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martes, 21 de febrero de 2012

EN RESPUESTA A LAS MOVILIZACIONES DE AYER


El Gobierno opina que su triunfo electoral le concede patente de corso para hacer lo que quiera.

El Gobierno de Mariano Rajoy ha obtenido una clara conclusión de las movilizaciones de ayer: Ellos la tienen más grande. El grupo social que les apoya, queremos decir. Así, la presidenta de Castilla la Mancha a ratos perdidos y secretaria general del PP a día completo, Dolores de Cospedal, ha despreciado las multitudinarias manifestaciones asegurando que los votantes que les apoyaron en las últimas elecciones son "muchísimos más".

Esta curiosa teoría, que también la aplica la derecha para expiar sus pecados de corrupción, confiere a las victorias electorales un poder absoluto, sin freno ni cortapisa. Una vez ganadas las elecciones, un gobernante no tiene que rendir cuentas más que ante Dios y ante la Historia, como decía el dictador Franco. No importa que su programa electoral no dijese nada de las medidas que está adoptando o incluso afirmase lo contrario. Salvo que considere explicada su alternativa política y económica con las frases antológicas de su líder, Mariano Rajoy, subrayando que “van a hacer lo que hay que hacer”.
Para Dolores de Cospedal, "la respuesta social de los españoles hacia un partido que acaba de ganar las elecciones ha sido infinitamente mayor que lo que pudimos ver en las calles de España. La respuesta que vimos no era una respuesta mayoritaria ni muchísimo menos de la población española", ha señalado en declaraciones a diversos medios de comunicación.
Zanjada la legitimidad sindical y social, solventado el grito unánime de cientos de miles de españoles demandando al Gobierno una rectificación y que se siente a negociar con sus representantes, por la expeditiva vía de “a mí me votaron más”, los dirigentes del PP se han embarcado, consigna en mano y argumentario en la frente, a intentar liquidar la presencia política de los socialistas.
Así, con sospechosa sincronización, con las mismas palabras prácticamente, tanto la Presidenta regional de Castilla La Mancha cuando tiene tiempo, como la ministra de Trabajo y el Despido Libre, Fátima Báñez, han discutido el derecho de los dirigentes del PSOE a participar en las movilizaciones de ayer. No se sabe si esque losquieren ver de nuevo exiliados en países más democráticos que el nuestro, o simplemente les quieren mudos y callados, tanto Báñez como Cospedal, se han “sorprendido” de que los –según su argumentario- “responsables de la situación actual, participasen en la protesta”.
Asimismo, Bañez, la misma ministra que no tuvo tiempo para reunirse con los sindicatos mientras preparaba la instauración del despido libre por la puerta de atrás de la legislación laboral española, ahora se muestra dispuesta a “dialogar con todos y de todo”.
Eso sí, pone una condición: quiere “propuestas concretas”, porque hasta ahora, según su acreditado criterio, no las ha habido. No obstante, tanto ella como Cospedal han puesto una segunda líena roja al debate: lo esencial del Decreto, el núcleo duro de las medidas, los recortes fundamentales a los derechos laborales, no están sometidos a revisión. El tiempo, las flores y la llegada de la primavera es lo único sujeto a negociación, según parece.
LUNES, 20 DE FEBRERO DE 2012   MANUEL ARIAS (Diario Progresista)


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